En la novela de Fernández Space Invaders (2013) se observa, a través de la metáfora extraída de un juego de Atari, la perspectiva única que permite dibujar otra cartografía de la ciudad: la de la memoria postdictatorial. La constante alusión al videojuego de Arcade Space Invaders, popularizado en los años ochenta, opera en la novela como una alternativa para narrar el pasado y escribir el relato de quienes crecieron durante la dictadura. El presente trabajo intenta dar cuenta del lugar que ocupa el juego y de su rol en el modo de narrar el pasado reciente. Space Invaders opera así como una alegoría de una parte de la infancia, a la que se vuelve, a partir de la ficción.