Cultura u arte en el papel: escritores, poetas y dibujantes

Resumen del libro:

La trama principal de este volumen se teje en torno al hecho de que el Chile liberal, cuya influencia se deja sentir desde la presidencia de José Joaquín Pérez, no desmontó los elementos esenciales del sistema político establecido desde la década de 1830, contra el cual tanto habían luchado los liberales. Y la explicación de la paradójica continuación de un autoritarismo pelucón por otro de signo liberal parece residir en la necesidad del Ejecutivo de controlar los grupos políticos que consideraba que, al oponerse a sus líneas de acción, pisoteaban el bien común de la patria. Esas colectividades, por su parte, enarbolando la bandera del parlamentarismo y la libertad de sufragio, rechazaban que los gobiernos liberales, por medio de la intervención electoral, procuraran valerse de políticos dóciles a su voluntad. El principio de la soberanía popular, bajo ese dominio, decían, no era más que un simple mito.

Los antecedentes reunidos en esta obra muestran que la vida económica, en medio de esta tensión política, exhibió un razonable incremento a pesar de los problemas externos como la guerra con España en la década de 1860 y la Guerra del Pacífico en la siguiente. La victoria en este último conflicto, sin embargo, dejó atrás ese desencanto, puesto que se generalizó la convicción de que Chile estaba llamado a gozar de un venturoso porvenir. Con esa esperanza se pone fin a esta obra, en la que también el lector encontrará un detallado desarrollo de la educación y la cultura, temas que, no obstante las distancias doctrinarias entre radicales, liberales y conservadores, se consideraron insoslayables para construir la nación con la que soñaban.