El artículo aborda las transformaciones vividas por la Sociedad de Fomento Fabril, principal gremio empresarial industrial de Chile, durante el segundo gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, centrándose en sus propuestas de política económica. Los autores sostienen que, durante el período, los industriales desarrollaron un programa crítico de la intervención estatal en el sector industrial y del crecimiento del aparato estatal, al mismo tiempo que mantuvieron un discurso proteccionista y productivista.
Dicho programa fue acompañado por una visión tradicional y estamental de las relaciones laborales, y por una creciente desconfianza hacia los políticos y hacia la autonomía de los cuadros tecnocráticos del Estado. Los elementos mencionados permitieron que los industriales desarrollaran una postura pragmática y flexible en el marco de la disputa entre estructuralistas y monetaristas y ante las políticas de la Misión Klein-Saks, y prefiguraron muchas de las características del desarrollo posterior de la derecha política chilena.